- Año: 2012
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Fotografías:Felipe Fontecilla
Descripción enviada por el equipo del proyecto. La casa esta ubicada en un terreno con una intrincada topografía que se encuentra a 35 metros sobre el nivel del mar y a 11 metros del borde, dentro del fundo La Boca; la playa de Tunquén. La dramática pendiente que considera una exuberante floración rocosa es comprendida desde una resignación ante la inevitable necesidad de construir planos habitables.
La casa es concebida como un volumen liviano, enteramente en madera de pino, asentada sobre un zócalo de hormigón que lo vincula a la rocosidad del terreno. Por el exterior, se ha trabajado como una cascara negra y continua, que ha sido recortada y despegada de la cubierta y del suelo en algunos puntos, para hacer aparecer los vanos de los ventanales y entradas de luz. No existen ventanas, sino vanos. Por el contrario, los interiores son continuos y neutrales. La lechada blanca sobre el entablado de muros y cielo cumple la función de conservar hasta el anochecer la iluminación natural en el interior, y por otro lado es capaz de delatar la variedad de colores que el Oceano Pacifico, el crepusculo, o la misma vegetación van sosteniendo como elementos escenográficos en continuo movimiento y transformación.
Programáticamente la casa comprende una habitación de generosas dimensiones para los padres, y dos mas pequeñas para los hijos, que ceden su espacio a una gran sala común de encuentro y actividad, en donde la cocina, el comedor y un escritorio que se abalcona al living actúan como articulador de los tres brazos, cuya independencia esta dada justamente por la distancia entre las piezas ubicadas en los extremos de cada punta.
La casa comprende 5 niveles distintos. Se utilizaron áridos y maderas de la zona inmediata, y maderas recicladas de antiguas casas de Valparaíso en muebles de cocina, comedor y living. Nos gusta pensar que existe cierta relación entre las alturas de estos nuevos espacios y las alturas de las casas y salones de donde provienen estas maderas. Asi mismo, guarda cierta relación la idea de cornisas, balaustras, guardapolvos y guardas a media altura, que van dibujando zócalos y divisiones en las paredes interiores de la casa al igual que los salones de principio de siglo.
La casa se nutre de un sistema de paneles solares y una bomba que extrae el agua de pozo y que cae por gravedad alimentando la casa, siendo este un sistema absolutamente independiente y autónomo. En el fundo La Boca no existe el tendido electrico. La potencia entregada por ambos sistemas si bien es ampliable, pone al usuario en una posición de ascetismo, al renunciar a los grandes consumos de energía de la ciudad.